En la primera parte vimos con qué competencias previas debería contar una persona para que el aprendizaje de la técnica sea un proceso exitoso. Además, vimos el orden de prioridades. ¡Ahora continuamos con el resto de los pasos que nos llevará a lograr nuestro objetivo!
Balance y equilibrio
Cuando estamos en tierra, nuestros puntos de apoyo son los pies sobre el suelo. Dependiendo de la firmeza del mismo, la estabilidad es mayor o menor. Mientras tanto, en el agua, cambia completamente tomando en cuenta que el agua tiene dos características muy especiales:
- El agua es un muro que no nos deja avanzar por la resistencia que presenta
- A pesar de ofrecernos resistencia, no es algo sólido donde podamos sostenernos
¿Cómo interactúan nuestras partes del cuerpo con el agua?
Nuestro cuerpo es hasta un 70% compuesto por agua. Por ello, está hecho para flotar. Sin embargo, para mantener un buen balance y una buena alineación es importante:
La cabeza es quizá la parte del cuerpo más importante en cuanto a la alineación corporal. Esta debe de ir en posición neutra, mientras los ojos levemente miran hacia el frente.
El torso siempre cerca de la superficie. Mejor si los pulmones tienen una buena cantidad de aire para ayudar en la flotabilidad.
El tren inferior (cadera, muslos, piernas y pies) debe de estar los más cerca de la superficie, alineado con la cabeza y el tren superior.
Respiración
Tomando en cuenta que la persona ya domina la respiración en el agua libre, por así decirlo, iniciamos la respiración técnica según sea el estilo (crol, pecho o mariposa). Un punto muy importante sabiendo que la cabeza es la parte de cuerpo más pesada en el agua, se debe procurar sacarla lo menos posible, por ejemplo, las respiraciones deben hacerse aprovechando el movimiento del cuerpo sin ayuda de los brazos y las manos.
El Dr. Genadijus Sokolovas, uno de los biomecánicos más reconocidos a nivel mundial y quien estuvo a cargo de la parte de biomecánica y cargas de entrenamiento del equipo nacional de Estados Unidos (USA Swimming) del año 2000 al 2008, dice que las personas deberían nadar y respirar sin usar los brazos un buen tiempo. Los brazos y manos solo se deben utilizar como remos para la propulsión.
Los brazos y manos
Como ya se mencionó anteriormente , el enfoque principal es desarrollar la sensibilidad de la mano a la resistencia del agua para propulsarse de manera eficiente mediante remadas, tomando en cuenta la tercera Ley de Newton: por cada acción, hay una reacción igual en el sentido opuesto. Es decir que, si quiero avanzar hacia enfrente, debo empujar el agua hacia atrás.
Para nadar de forma eficiente no debemos pasar por alto ninguno de los puntos anteriores, pero con la importancia que se debe a cada uno y el tiempo necesario que será conforme a la complejidad del mismo.